El joven animeño salió de su casa ese día con destino a Osorno con el objeto de presenciar el partido de fútbol entre el local y la Universidad de Chile.
Según la policía, el muchacho, de 36 años, llegó hasta la vecina ciudad, presenció el partido y retornó a Valdivia, en un bus donde también viajaba el resto de la hinchada azul valdiviana.
Testigos aseguran que Esparza consumió alcohol en exceso antes, durante y después del encuentro hasta llegar a Valdivia, siendo visto por última vez en el Avenida Alemania y luego, de acuerdo a la versión de un taxista, en el puente Calle Calle.
El jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, Jorge Pizarro, aseguró que una vez hecha la denuncia de presunta desgracia por los familiares de la víctima y la orden de investigar extendida por la Fiscalía, se llevaron a cabo una serie de diligencias que hasta la fecha no han arrojado resultados positivos.
En tanto, los familiares de Esparza viven momentos de angustia debido a que transcurrido un año de su desaparición aún no existen ningún antecedente claros sobre el final que tuvo el joven hincha.
La madre del joven, Iris Esparza, aún no comprende cómo no existen pistas de su paradero, cómo nadie pudo entregar más antecedentes de lo que sucedió esa noche y más aún por qué el fiscal a cargo de la investigación, Juan Pablo Lebedina, archivó el caso.
Por : Milena Chacón
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